La dureza de las placas de acero inoxidable indica su resistencia a la deformación plástica localizada. Las placas con alta dureza son menos propensas a doblarse, cortarse o rayarse, lo que también refleja su fuerza, tenacidad y resistencia al desgaste.
Rangos de dureza comunes para placas de acero inoxidable
Acero inoxidable austenítico El acero inoxidable austenítico es el tipo más utilizado y normalmente presenta una dureza de entre 150 y 300 HB. Este tipo es ideal para fabricar piezas de máquinas de alta resistencia, con la dureza más alta que alcanza alrededor de HRC 38-39. A continuación se muestran algunos valores de dureza para aceros inoxidables austeníticos específicos:
Acero inoxidable 304: HB ≤ 187
Acero inoxidable 316: HB ≤ 187
Acero inoxidable 409: HB ≤ 143
Acero inoxidable 430: HB ≤ 183
Es importante tener en cuenta que los valores de dureza pueden verse influenciados por factores como la temperatura, la presión y las técnicas de procesamiento.
Acero inoxidable ferrítico
Los aceros inoxidables ferríticos generalmente tienen una dureza más baja, que oscila entre aproximadamente 100 y 220 HB. Si bien exhiben menor resistencia y tenacidad en comparación con los aceros austeníticos, ofrecen una resistencia a la corrosión superior y se usan comúnmente para vajillas y utensilios de cocina.
Acero inoxidable martensítico
El acero inoxidable martensítico posee la dureza más alta, superando a menudo los 600 HB. Debido a su rendimiento excepcional, normalmente requiere procesamiento antes de su uso. Este tipo se utiliza principalmente para fabricar componentes mecánicos, como bolas de acero.
Factores que influyen en la dureza
La dureza de las placas de acero inoxidable puede modificarse por diversos medios durante la preparación del material, pero otros factores también desempeñan un papel importante:
Temperatura A medida que aumenta la temperatura, la dureza de las placas de acero inoxidable generalmente disminuye. Las temperaturas elevadas conducen a un mayor espaciado atómico, lo que reduce la resistencia del material.
Deformación Tanto los procesos de trabajo en frío como en caliente aumentan la dureza de las láminas de acero inoxidable. Durante estos procesos, se produce deformación y deslizamiento de los límites del grano, lo que da como resultado una estructura del material más densa y tensión concentrada, mejorando así la dureza.
En resumen, comprender la dureza de las placas de acero inoxidable y los factores que influyen en ella es crucial para seleccionar el material adecuado para aplicaciones específicas.