Al realizar pruebas de dureza en acero inoxidable, es esencial considerar las propiedades mecánicas de los tubos sin costura de acero inoxidable, que afectan el rendimiento del material durante procesos como deformación, estampado y corte. Por lo tanto, todos los tubos de acero sin costura deben someterse a pruebas de rendimiento mecánico. Estas pruebas suelen dividirse en dos categorías: pruebas de tracción y pruebas de dureza.
La prueba de tracción implica preparar una muestra de tubería de acero sin costura, tirar de la muestra hasta que se rompa usando un probador de tracción y luego medir una o más propiedades mecánicas. Las propiedades más comunes medidas incluyen la resistencia a la tracción, el límite elástico, el alargamiento a la rotura y la tasa de reducción del área.
El ensayo de tracción es uno de los métodos fundamentales para evaluar las propiedades mecánicas de los materiales metálicos. Es necesario para casi todos los materiales metálicos donde el rendimiento mecánico es crítico. Para materiales cuya dureza es difícil de probar, la prueba de tracción suele ser el único método utilizado para evaluar el rendimiento mecánico.
La prueba de dureza, por otro lado, implica presionar lentamente un penetrador duro en la superficie de la muestra en condiciones específicas. La dureza se determina midiendo la profundidad o el tamaño de la hendidura. La prueba de dureza es el método más simple, rápido y práctico para evaluar las propiedades mecánicas y no es destructivo. Existe una correlación entre dureza y resistencia a la tracción, lo que permite convertir el valor de dureza en un valor de resistencia a la tracción, ofreciendo importantes beneficios prácticos.
Como las pruebas de tracción pueden ser desafiantes y debido a que los valores de resistencia pueden derivarse de mediciones de dureza, las pruebas de dureza se han vuelto cada vez más preferidas para determinar la resistencia del material. Los avances en la tecnología de pruebas de dureza han hecho posible probar directamente materiales, como tubos de acero sin costura, placas de acero inoxidable y tiras de acero inoxidable, que antes eran difíciles de evaluar. Como resultado, existe una tendencia creciente hacia el uso de pruebas de dureza como alternativa a las pruebas de tracción.
Muchas normas nacionales para el acero inoxidable también especifican pruebas de tracción y de dureza. Para materiales donde las pruebas de dureza son factibles, como los tubos de acero sin costura, las pruebas de tracción suelen ser el requisito principal. Los estándares de acero inoxidable generalmente permiten el uso de uno de tres métodos de prueba de dureza: Brinell (HB), Rockwell (HRB o HRC) o Vickers (HV). Sólo es necesario medir uno de estos valores de dureza.
Las innovaciones recientes, como los durómetros Rockwell portátiles y los probadores Rockwell específicos para tuberías, permiten realizar pruebas de dureza rápidas y precisas en materiales de acero inoxidable de hasta 0,05 mm de espesor y en tuberías sin costura de hasta 4,8 mm de diámetro. Estos avances han resuelto desafíos de larga data en el campo.